domingo, 19 de abril de 2009

Lazos que unen distancias.

Nuestros corazones están unidos por lazos irrompibles. Sea donde sea a donde ellos vayan, esos lazos corren, se balancean y elásticamente se estiran para, cuando no sean capaces de romperse las distancias, no sean ellos (los corazones) los que se rompan.

No hay nada de lo que preocuparse, hemos atado nuestros correspondientes lazos bien atados. Ni el transcurso del tiempo, ni todas las tormentas que se aproximen junto a un vendaval podrán arrollarlo.

Sentiremos cosquillas cuando la mano fría de la lejanía acaricie nuestros cuerpos....y suspiraremos cuando nos sintamos cada vez más y más cerca.