jueves, 22 de julio de 2010

«Imposibles.»

Camino despacio, pero firme. No han bastado los cambios bruscos, los giros inesperados y los no tan inesperados, para eclipsar a la razón, no del todo. 

Todos los bonitos parajes que hemos visitado durante estos pequeños pero intensos lapsos de tiempo no han dejado de existir por mucho que el viento nos aleje, haciéndonos dar grandes zancadas y nos abofetee inmediatamente después de terminar nuestro paseo. Debería correr embargada por el miedo  y no dejarme arrastrar por esa corriente de aire que tanto parece perjudicarme. Quizás parecería la reacción más sensata, pero no lo es. Debo caminar. Caminar despacio, pero firme. 

No sé si son mis ojos creo que son los tuyos los que hacen que todo lo demás se vuelva insignificante. Ahora, hasta lo más complicado se desenmaraña y sólo crece un único deseo dentro de mí que no estoy dispuesta a perder. Creo que acabo de comprender absolutamente todo.

Mi sonrisa se ensancha, debe ser que mi piel no conoce la barrera de lo imposible.