Pequeños cortes, heridas superficiales que a la larga escuecen más que una profunda. Gotitas que encharcan el suelo y en medio milímetro sientes el agua salada al cuello. Y ese olor que se respira... Me resulta similar, huele como... a miedo, o a esperanza perdida, qué sé yo.
Intentas escapar, deliras, pero la solución ya no es huir. No se trataba de eso. Había que apostar, era necesario jugar a ganar, y por no intentarlo, directamente se pierde.
Tiemblas. Tus incipientes ganas van muriendo poquito a poco. ¿Por qué luchar? ¿Por qué desgarrarse en vano? Si ya no tiene sentido, si ya lo das todo por perdido. Pero siempre se está tiempo. Siempre y cuando no sea demasiado tarde, y tú no sabes cuándo es ese momento, mas siempre das por hecho que lo es.
No ha llegado tu momento. No va a llegar si no lo buscas.
"Quand le moment vient, faut sauter la barrière sans hésiter."
Regálame algún suspiro.
Publicar un comentario