«Nuevo horizonte.»

Fugarse, dejar atrás todo, morir por vivir. Aspirar a una sucesión de imposibles que te lleva a un laberinto en forma de espiral.
Hay un montón de agujeros degenerando el alma, que se suelen taponar con esperanzas que no acaban siendo más que otro saco de mentiras que anotar a la lista de las cosas que golpean tu cabeza.

Nunca cansa la novedad, sino lo que lo hace volverse rutina. Sin embargo, hay diferentes enfoques, maneras distintas de ser y sentir. Me gustan esas cosas que hacen que mi corazón parezca un volcán en erupción, que desprenda lava por doquier.
Se están agotando las últimas existencias del producto "Tiempo Perdido". Cada segundo es relevante en una cuenta que se va disipando. El resultado final no está tan lejano, porque sin casi percatarnos paseamos a la orilla de un mar llamado Mañana, y me parece precioso el nuevo horizonte que se despierta ante mis ojos.